Boston Celtics busca ser el equipo más laureado de la NBA

Los Boston Celtics tienen una oportunidad de oro para convertirse en el equipo más ganador de la historia de la NBA. Los verdes, antes de jugar la final ante los Dallas Mavericks, en el que son claramente favoritos para el título, acumulan 17 entorchados, los mismos que su archienemigo, Los Angeles Lakers. Ganar el campeonato en este 2024 le aupará, de nuevo, a ser el equipo con más títulos en toda la historia de la competición estadounidense. Y de momento lo tienen todo de cara.

El mejor equipo de la temporada

Los Boston Celtics han sido el mejor equipo de la temporada. Ningún conjunto ha ganado más partidos que el combinado de Joe Mazzulla ni ninguno ha llegado tan rápido a la competición, y ha perdido menos, que los verdes en este ‘play off’. No ha habido un conjunto mejor desde que empezase la campaña 2023-24, un argumento lo suficientemente importante como para confiar en que los Boston Celtics sean los ganadores del anillo en este mes de junio.

Brad Stevens, manager general de la franquicia de Massachusetts, ha hecho un trabajo igual o mejor de bueno al que hizo en el banquillo. Ha confeccionado una plantilla de altísimo nivel que ha rendido desde el primer día pese a las lesiones y los problemas físicos que ha tenido a lo largo de los meses.

Ha conseguido sobrevivir en los ‘play off’ sin su pívot titular, ya recuperado. Ha conseguido alejar los fantasmas de las últimas postemporadas y solo le queda dar el último paso si quieren conseguir el tan ansiado anillo número 18. Ha llegado el momento justo, la madurez de sus estrellas, para esta vez sí es favorito en la eliminatoria ante los Dallas Mavericks.

Tatum, el hombre para todo

La estrella de estos Boston Celtics es Jayson Tatum. En sus primeras finales, las de 2022, el ala-pívot se vio superado, al igual que el resto de su equipo, por las últimas cenizas de la última gran dinastía de la NBA, los Golden State Warriors. Fue un duro varapalo para un jugador que se llevó la mayor parte de las críticas por el rendimiento ofrecido.

Un año después quiso tener su revancha, pero una lesión en el último partido de las finales del Este privaron a Tatum y a los Celtics de poder eliminar a los Miami Heat y así perder la oportunidad de luchar por el anillo con los Denver Nuggets, los vigentes campeones de la competición estadounidense.

Ahora, en su segundo mejor año, numéricamente hablando, Tatum ha seleccionado mejor los tiros y tiene el mejor porcentaje de su carrera con un alto volumen de lanzamientos. Promedia esta temporada 26.9 puntos, 8.1 rebotes y 4.9 asistencias para liderar a unos Celtics que se marcharon hasta los 54 triunfos en la campaña regular.

En la postemporada, Tatum ha dado un paso más. Con porcentajes algo peores -es normal, pues se intensifican las defensas en los cruces-, ha encontrado más a sus compañeros para que estos puedan llevar, también, a los Celtics a la eliminatoria por el título. En ‘play off’, Tatum está promediando 26 puntos, 10.4 rebotes y 5.9 asistencias.

Un segunda espada de lujo

Estos Celtics no serían estos Celtics sin el otro Jay. Hablamos de Jaylen Brown, quizás el mejor segunda espada de toda la competición por lo que genera cuando tiene que generar y por lo que no genera cuando no tiene que hacerlo. Es un jugador muy necesario a la hora de desatascar el ataque y que es capaz de defender a los mejores aleros del mundo.

No es el que más juega, de hecho no llega ni a los 35 minutos por partido disputado, pero sí es una pieza clave para hacer funcionar a estos Celtics. Brown, que cuando Tatum no ha estado se ha convertido en el líder, promedió en esta campaña 23 puntos, 5.5 rebotes y 3.6 asistencias. Trasladado al ‘play off’, ha subido hasta los 25 puntos, 6.1 rebotes y 2.6 asistencias, incluidos los 40 puntos que le metió a Indiana Pacers, su récord en la postemporada.

Un rotación corta pero exitosa

Los Boston Celtics han replicado la fórmula de los últimos campeones de la NBA. Los conjuntos que han ganado el anillo en la última década habían apostado por una rotación más corta para el ‘play off’, con muchos minutos del quinteto titular y pocos jugadores jugando en los partidos más importantes de la temporada. Esa apuesta le ha salido, de momento, bien a un Joe Mazzulla que tiene a un equipo titular de garantías.

Especial atención merece el ‘backcourt’ o juego exterior. A los ya nombrados Jaylen Brown y Jayson Tatum se les unen Jrue Holiday y Derrick Brown. El primero es una de las grandes incorporaciones del pasado verano. Procedente de los Milwaukee Bucks, es un defensor de garantías en la era de los bases, un jugador capaz de defender al mejor del mundo y también ser solvente en ataque, especialmente desde el triple.

Derrick White se ha desatado como un anotador fiable, como un jugador al que no dudas si tienes que darle el último pase. De hecho, de una canasta suya llegó el billete para las finales de la NBA.

El factor Porzingis

La gran duda de estos Celtics, aunque más que duda es una bendición, es cómo va a encajar Kristaps Porzingis después de recuperarse de su lesión. El último partido que disputó fue el cuarto de la eliminatoria ante los Miami Heat. Desde entonces, los verdes han sobrevivido sin el pívot letón, un siete pies capaz de jugar desde el triple y poner el balón en el suelo. Un pívot de más de 210 centímetros que es letal para sacar a los interiores fuera de la zona.

Habrá que ver el encaje que hace Mazzulla cuando ha sido Horford el pívot titular desde la lesión de Porzingis. Lo que está claro es que los Boston Celtics tienen un arma más en ataque y en defensa gracias a los larguísimos brazos del báltico.