Memphis Grizzlies se enfrenta a Sacramento Kings

Los Memphis Grizzlies y los Sacramento Kings no viven precisamente su mejor momento de la historia. Ambas franquicias se encuentran en un momento muy delicado, con rumores de traspasos de sus estrellas e incluso con cambios de ciudades de los equipos. Ganar es necesario para mantener vivo el sueño del ‘play in’, el objetivo al que ambos se quieren agarrar en este curso.

Los Grizzlies, en problemas

Los Grizzlies llegan al curso 2025-26 con importantes sombras sobre su proyecto, a pesar de su potencial. Uno de los problemas más graves es el historial de lesiones: Ja Morant, pilar ofensivo del equipo, sigue siendo una apuesta volátil por su salud. Además, el joven pívot Zach Edey, que podría ser una pieza clave en la pintura, se recupera de una cirugía de tobillo y no estará disponible al comienzo. También Brandon Clarke pasará por otro procedimiento en su rodilla. Esta conjunción lesiona gravemente la rotación interior y debilita la defensa.

Hablando de defensa, los Grizzlies han mostrado una caída preocupante en ese aspecto. Tras el All-Star, su rendimiento defensivo empeoró y han sufrido para contener a equipos rivales en distintas zonas del campo, especialmente en la pintura y en los triples. La ausencia de Jaren Jackson Jr. por lesión ha expuesto esa vulnerabilidad, ya que su presencia es clave para la defensa del equipo.

Otro gran desafío es la organización del banquillo y la dirección técnica. Los Grizzlies despidieron a Taylor Jenkins tras seis temporadas. Su sustituto, Tuomas Iisalo, arranca su primer curso completo como entrenador, lo que implica un proceso de adaptación. Además, la marcha de Desmond Bane limita la producción ofensiva y el equipo deberá reorganizar su estrategia.

En el backcourt hay más complicaciones. Scotty Pippen Jr. se sometió a una operación en el pie, y también se lesionaron Morant y Ty Jerome, dejando temporalmente al equipo sin sus tres bases. Esta falta de profundidad afecta la flexibilidad táctica y el rendimiento ofensivo.

Finalmente, hay dudas sobre la química ofensiva post-Bane. Han llegado piezas como Kentavious Caldwell-Pope y Ty Jerome, pero su capacidad para reproducir la amenaza ofensiva y consistencia de Bane no está garantizada. Si Morant o Jackson no están al máximo, el techo colectivo del equipo se limita bastante.

Los Kings ponen a todos sus jugadores en venta

Los Sacramento Kings han arrancado la temporada 2025-26 con varias luces de advertencia. Domantas Sabonis sufrió una distensión en los isquiotibiales, y Keegan Murray pasará por quirófano tras romperse el ligamento del pulgar, lo que afectará la estabilidad del núcleo titular.

Otro punto importante es la defensa: el trío Sabonis–DeRozan–LaVine tuvo un rating defensivo bajo el año pasado, permitiendo 120,9 puntos por cada 100 posesiones, situándolos en percentil 11 en la liga. Cuando se suma Malik Monk al grupo, la defensa empeora incluso más.

En el banquillo y la rotación hay interrogantes. Tras movimientos en la offseason, los Kings incorporaron a veteranos como Dennis Schröder y el regreso de Russell Westbrook, que aporta experiencia pero con riesgos por su declive físico. El equipo carece todavía de una identidad clara, especialmente en defensa y profundidad de plantilla.

El liderazgo técnico también genera dudas. Doug Christie, interino el año pasado, deberá consolidar un proyecto con la plantilla renovada. Si no logra química estable y rotación eficaz, los veteranos podrían no rendir como se espera.

Además, la franquicia ha puesto a la venta a toda la plantilla, incluyendo a DeMar DeRozan, LaVine y Sabonis. La combinación de talento y debilidades plantea un gran reto: lesiones, defensa frágil, plantilla poco profunda y líderes en declive.