Grizzlies vs Lakers: la Conferencia Oeste se pone interesante

Los Lakers se miden a los Grizzlies cuando queda menos de un mes para el fin de la temporada regular de la NBA. Se trata de un duelo directo entre dos de las franquicias que se hallan en la parte alta de la clasificación de la Conferencia Oeste, así que los aficionados prestarán mucha atención a cómo los promedios de victorias pueden variar para alterar el orden de la tabla y que el reparto de rivales en los ‘play offs’ sea más o menos propicio dependiendo del equipo.

Esta cita se celebrará en el FedExForum de Memphis, en Tennessee, así que el favor de las gradas soplará en beneficio de los Grizzlies. Las estrellas de Los Ángeles, eso sí, cuentan no solo con calidad de sobra para imponerse en circunstancias adversas de esta índole, sino con experiencia rebosante para guiar a los más jóvenes y que el resultado le sea propicio. La presión del pabellón se presenta, por tanto, como un aliciente y como un estimulante.

El ‘play off’ está al alcance de la mano

El encuentro que ocupa a este texto en Tennessee se presenta fundamental en el orden de la clasificación para el ‘play off’ de la postemporada, que está a la vuelta de la esquina. La sensación, eso sí, es de que tanto una como otra franquicia ya están casi confirmadas para las eliminatorias. Sería un desastre que alguna de las dos cayera a la zona del ‘play in’, que es una suerte de minitorneo en el que participan la séptima, la octava, la novena y la décima en orden.

De esta ‘pool’ de cuatro equipos, solo quedan dos, que son los que acceden a la postemporada por el título. El aspecto negativo para los vestuarios que tienen que asumir esta fase extra es que sus jugadores llegan con más cansancio en las piernas para los partidos definitivos, los que cuentan de verdad, pero, al fin y al cabo, es un trámite por el que deben transitar para verse en la lucha por el anillo. De hecho, de no ser así, no habría ventaja para los punteros.

En todo caso, es altamente improbable que los Grizzlies o los Lakers acaben participando en este ‘play in’. A estas alturas de la campaña, el foco está en mejorar las prestaciones y las sensaciones ya pensando en las eliminatorias, aunque sin renunciar a cosechar un mejor promedio de victorias para allanar el camino al potencial campeonato. La igualdad en las primeras posiciones de cada Conferencia invita a los técnicos a no dar nada por hecho de momento.

En el precedente más reciente, la precisión de Los Ángeles marcó la diferencia

El encuentro más reciente entre estas franquicias se dio a mediados de diciembre del año pasado, 2024, cuando los Lakers se llevaron el gato al agua con un abultado 116-110 de lo más divertido para los espectadores. Además, con más de la mitad de la temporada por delante, la sensación fue de euforia y emoción entre los espectadores, que fueron testigos de una cita vibrante y que tan solo podían imaginar lo que podía deparar el resto del curso con este nivel.

En ese duelo, que se llevó a cabo en California; es decir, con los Lakers como locales, estos se impusieron fruto de su precisión. Tiraron un poco menos que Memphis, pero lo hicieron con mucha más solvencia. De hecho, rozaron el 50% de tiros de campo convertidos a puntos. De cara a este nuevo enfrentamiento con el ‘play off’ a la vuelta de la esquina, está claro que los Grizzlies tendrán que mejorar su capacidad de conversión. Tendrán el apoyo de la grada para ello.

Curiosamente, Memphis fue superior en rebotes e incluso en triples y tiros libres. El asunto es que los Lakers supieron fluir mejor en el desarrollo del partido, así que terminaron por llevarse el gato al agua aunque la diferencia tan solo fuera de 6 puntos. En los últimos dos cuartos, eso sí, sufrieron de lo lindo, pues los Grizzlies reaccionaron y se impusieron en los dos. Su inferioridad en los dos primeros fue lo que terminó causando su derrota en Los Ángeles.

Una semana dura con autocrítica por parte de Luka Doncic

El ritmo de la NBA obliga a los aficionados a moverse de las sensaciones de mayor euforia hacia las de mayor frustración en un abrir y cerrar de ojos, pero, con los Lakers, la realidad es que una mala dinámica reciente ha provocado cismas en el vestuario. Esto no quiere decir que no esté unido, sino todo lo contrario, pues hasta el fichaje de mayor renombre de, probablemente, la década no tuvo inconveniente en criticarse a sí mismo duramente.

Luka Doncic, que llamó la atención de todo el mundo del deporte, no solo del baloncesto, cuando firmó con los Lakers, se señaló a sí mismo tras la dolorosa derrota ante los Chicago Bulls de la semana pasada. Dijo, en rueda de prensa: “Ellos metieron un montón de puntos en transición, especialmente a partir de mis pérdidas de balón. Tengo que mejorar eso. Eso es mi culpa: no puedo perder siete balones, son demasiados para mí”. Se mostró muy tocado públicamente.

La reacción de Doncic ante sus propios errores ha gustado mucho entre los seguidores de los Lakers. Por mucho que los críticos hayan aprovechado para advertir de posibles fracturas en el vestuario fruto de depositar tantas esperanzas sobre el ex de Dallas, quienes le apoyan han celebrado que no tenga ningún inconveniente en mostrarse vulnerable ante su público y admitir que debería haber ofrecido un rendimiento de mayor nivel a estas alturas de la temporada.

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